El
Betis sigue sin conseguir una victoria que necesita como el agua. Frente al
Levante fue superior pese a jugar con un futbolista menos durante una hora de
juego. Molina falló dos penaltis.
Los de
Mel controlaron el partido sin grandes sobresaltos salvo en alguna jugada
aislada en la segunda parte. No le afectó la absurda expulsión de Chica. El
lateral catalán estuvo muy torpe en la acción que le supuso la segunda
amarilla. Con un Levante practicando un fútbol rácano y propio de cloacas
pestilentes, los verdiblanco movieron la pelota con facilidad pero sin acierto
y puntería en los metros finales. Cierto es que el árbitro, que acertó en la
expulsión, se equivocó gravemente al señalar un fuera de juego inexistente en
una jugada que acabó en gol de Jorge Molina.
Los
cambios le dieron al Betis un plus de chispa. Vadillo, Cedrick y Nono mejoraron
las prestaciones de Chuli, Juan Carlos y Verdú. Tras la ocasión más clara del
Levante, el Betis montó un contragolpe que acabó en penalti sobre Jorge Molina.
El propio delantero fue el encargado de lanzarlo y de fallarlo dos veces. El
primer lanzamiento lo mandó a repetir el juez de línea por considerar,
acertadamente, que el portero se adelantó demasiado. Volvió Molina a lanzar y
se lo detuvo nuevamente Navas. El portero costarricense se convirtió en el
protagonista principal de su equipo tras realizar una gran parada a un buen
tiro de Vadillo.
El
resultado no se movió y el punto supo a poco a un Betis que, por lo menos, tiró
de amor propio y casta. Cuando la calidad falta, la actitud y la entrega son
claves. De momento hemos de conformarnos con eso. Pero urge ganar.
LO MEJOR: la actitud del equipo.
LO PEOR: la absurda expulsión de Chica y
los dos penaltis de Molina.
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