Partidazo rehabilitador

Real Betis balompié 3 (Molina, Mario y Pabón) – Málaga C. F. 0

El Betis consiguió una victoria contundente frente a un rival directo, despejando todas las dudas que se habían creado en torno al equipo verdiblanco. Fueron tres los goles, pero pudieron ser muchos más.

 

Si el Málaga pretendía jugar un partido tranquilo, dejando pasar los minutos y ver si el Betis se ponía nervioso para entonces intentar hincarle el diente, ese plan se le vino abajo a los treinta segundos. Sacó el Betis de centro y Beñat mandó un pase largo a Juan Carlos. El centro de éste acabó en córner. Molina cabeceó en el primer palo el servicio cerrado de Beñat para lograr le primero del partido. Isco y Joaquín anduvieron desaparecidos por completo, gracias al impresionante trabajo de Cañas y Beñat. Antes de que Mario lograra el segundo en el minuto 26, Molina y Campbell tuvieron dos claras ocasiones de gol. Tras el gol del defensa canario, Juan Carlos tuvo el tercero en sus botas y Jorge Molina logró materializar un penalti, aunque el mismo linier que señaló la pena máxima no vio que el balón traspasó la línea tras dar en el larguero. En el último minuto de la primera mitad, Beñat volvió a sacarse de la chistera un gran pase para que Pabón rematara de cabeza. El cabezazo del colombiano fue respondido por Caballero con un paradón increíble, pero el rechace volvió al delantero, que chutó a portería cuando todo el mundo pensaba que haría un pase atrás. 3-0 incontestable al descanso. La segunda parte fue un trámite sencillo. Quedaba la duda de saber si el Betis iría a por más goles para ganarle al rival el gol-average, pero no fue así. Y eso que el Málaga se quedó con uno menos por la expulsión de Camacho.

 

El partido frente al Málaga es el ejemplo a seguir. Intensidad, compañerismo, sacrificio, velocidad y amor propio. El fútbol es muy sencillo cuando se cumplen las anteriores premisas. Y el Betis lo hizo así para disfrute de los béticos.

 

LO MEJOR: el partidazo jugado por el Betis.

LO PEOR: no haber logrado igualar o superar el gol-average cuando era factible.

Sin fundamentos

R. C. D. Espanyol 1 (Sergio García) – Real Betis Balompié 0

Nueva derrota del Betis lejos del Villamarín, esta vez en Barcelona frente al Espanyol. En ningún momento dio el conjunto de Mel la impresión de poder sacar algo positivo del partido.

Muy pronto se torció el encuentro. A los siete minutos Sergio García logró el único gol del partido con un tiro desde la frontal. Paulao estuvo muy blandito en dicha jugada. Le tocaba al Betis reaccionar, pero jamás consiguió poner en apuros al Espanyol. Dominó sin acierto y sin profundidad la pelota durante la primera parte, pero la falta de acierto fue la tónica predominante. Beñat estuvo impreciso, Campbell muy individualista, Pabón desaparecido y Molina lento y torpe a la hora de controlar y rematar. Pudo cambiar el partido si el árbitro hubiera estimado como falta una entrada de Mattioni a Pabón, que bien podría haber supuesto la expulsión del lateral brasileño. De todas formas, es injusto y estéril quejarse del árbitro cuando se ofrece tan poco. Y máxime cuando el colegiado bien podría haber señalado dos penaltis en contra del Betis y no lo hizo.

 

Se fue el partido al descanso con la sensación de que el Betis podría mejorar en la segunda parte a tenor de su dominio del balón. Pero a la vuelta de los vestuarios se disiparon todas las dudas. La segunda mitad fue un recital de fallos, imprecisiones y desatinos. Se unió a la fiesta Pepe Mel, con cambios tan inexplicables como el de Ángel por Pabón. Lo único que confirma ese cambio es lo mal que debe estar Molins. Un disparo de Chica desde la frontal fue lo más destacado de los verdiblancos, que no supieron hincarle el diente a un rival que, sin brillo ni florituras, sabe a lo que juega y se defiende como gato panza arriba.

 

Tras cinco jornadas sin conocer la victoria, urge sumar de tres en tres. Los dos próximos partidos (Málaga y Real Sociedad) serán exámenes para comprobar si el Betis seguirá en la pelea por Europa o si luchará por terminar la temporada de manera tranquila e insulsa.

 

LO MEJOR: absolutamente nada.

LO PEOR: la falta de ideas, de chispa y de garra.

Harto de tanto derrotista

Ha bastado una racha de cuatro partidos sin ganar para que sobre el Betis merodee el derrotismo. No logro entender lo que algunos esperan de este equipo. O desconocen la situación del club y el valor de la plantilla, o viven en un mundo de fantasía.

Es un auténtico lujo la situación deportiva del Betis. Para darnos con veinte mil cantos en los dientes. Con una plantilla plagada de canteranos, jugadores cedidos y futbolistas de un nivel medio, tener 36 puntos a estas alturas de la competición es de matrícula de honor. A todos nos ha ilusionado la primera vuelta realizada por los de Mel y es lógico que se miren otros objetivos más exigentes. Ahora bien, no se le puede exigir a la plantilla que logre alcanzar esa meta. El equipo ha estado rindiendo muy por encima de sus prestaciones y ahora no hay que menospreciar a los futbolistas por no lograr mantener el ritmo y la posición en la tabla. El bajón es, hasta cierto punto, lógico y esperado. En los primeros meses de Liga, el Betis no ha tenido malas rachas ni bajones, y a todos los equipos les ocurre. Gracias al trabajo realizado, el colchón es tan bueno que esta “caída” es fácil de amortiguar.

Un argumento que se ha escuchado en los últimos días ha sido el del caramelo. Lo explico. Todo parte de la prensa sevillana, que por activa y por pasiva ha dicho que después de enseñarle el caramelo a la afición (la posición en la tabla), había que reforzar al equipo para que el caramelo no desapareciera. Llevarían razón de ser otra la situación económica del club. El Betis, económicamente, está tieso como la mojama. Hay poco en las arcas del Villamarín. ¿Qué pretende la prensa y la afición que entra en su juego? ¿Qué el Betis fiche a un crack en enero para luchar por Europa? Eso es imposible. La crítica debería ir encaminada a la Dirección Deportiva, que no ha sido capaz de encontrar jugadores baratos que ofrezcan un rendimiento superior al esperado. Molins no ha demostrado nada para ser optimistas, y Pabón está por ver.

En lugar de ser tan pesimistas y derrotistas, sigamos apoyando al equipo y confiando en que se puede conseguir el milagro de meterse entre los siete primeros clasificados de la Liga. Y si no es así, el objetivo de la temporada estará más que cubierto. Para las venideras ya se verá si se exige más y si se consiguen resultados.

Falló con el estoque

Real Betis Balompié 0 – Real Valladolid 0

Empate sin goles en el Villamarín entre Betis y Valladolid en un partido dominado en todo momento por los de Mel. Los béticos no acertaron ante la portería rival. Una buena faena que se fue al limbo por culpa del estoque.

El encuentro fue un monólogo del Real Betis. Maniató bien el juego pucelano hasta el punto de que el conjunto de Djukic no lanzó entre los tres palos durante los más de noventa minutos de partido. En la primera mitad no gozó el Betis de ocasiones tan claras como en la segunda. Tan sólo un gran chut de Beñat que fue despejado por el portero vallisoletano, estuvo a punto de acabar en gol. Destacó la actuación de Campbell, muy activo y brillante en sus acciones. Tras el descanso llegaron las mejores ocasiones béticas. El dominio fue total, pero Molina, Beñat, Campbell, Chica, Nono y Amaya no lograron mandar sus oportunidades al fondo de la portería pucelana. Ni tan siquiera el hecho de jugar un buen rato con uno más sirvió para desequilibrar la balanza a favor del Betis.

Con este empate, los de Mel bajan hasta la octava posición. Los de Heliópolis han desperdiciado la gran ventaja de la que disponían hace poco más de un mes. Con el objetivo cumplido, habrá que ver si es capaz este equipo de ir a por el sobresaliente.

LO MEJOR: el gran partido de Campbell.

LO PEOR: las oportunidades desaprovechadas y la expulsión de Amaya.

Cayó en la trampa del macarra

Atlético de Madrid 1 (Diego Costa) – Real Betis Balompié 0

El Betis volvió a caer derrotado en el Vicente Calderón, esta vez por la mínima. La entrada de Diego Costa cambió por completo el partido. Los de Mel entraron al trapo del antideportivo jugador atlético.

El partido empezó con el Atlético yendo a por todas. Adrián salvó al equipo de Heliópolis en varias ocasiones antes del minuto diez. A partir de ese instante, el encuentro derivó en imprecisiones, pocas llegadas y poco juego creativo. Defensivamente el Betis se entonó y el Atlético no volvió a tener oportunidades de gol. En ataque, los verdiblancos no hicieron daño jamás, con Rubén Castro desdibujado, Campbell desaparecido y Pabón veloz pero impreciso. Empate a cero al descanso, resultado que le valía al Betis.

A poco de la reanudación salió al campo Diego Costa. Con él llegó el cambio. Un partido normal se volvió duro, violento y peligroso. Encima logró anotar el único tanto del partido tras un saque de esquina en el que falló la defensa bética. Nadie despejó el balón en el primer palo y Beñat no estuvo fino en el marcaje a Diego Costa. Un error grave poner al vasco como defensor del brasileño. Luego llegaron las continuas faltas, una de ellas criminal por parte de Diego Costa que debió ser expulsado. También se produjo una tangana y continuos rifirrafes, teniendo siempre como protagonista a Costa. Amaya perdió los papeles y le propinó un asqueroso salivazo al delantero atlético. Por muchas malas artes empleadas por Diego Costa, no es de recibo la reacción del bético.

Y sin más se llegó al final. El Betis suma su tercera jornada sin ganar. Frente al Atlético ni tiró a portería. Hay que reaccionar cuanto antes, para no tirar por la borda el gran trabajo de la primera vuelta.

LO MEJOR: que luchó siempre y no se arrugó.

LO PEOR: no saber como enfrentarse a las artimañas de Diego Costa.