El
Betis empezó a coser la herida del derbi frente al Real Madrid. Tres puntos de
sutura que sirven para que el conjunto de Mel vuelva a la senda que nunca debió
abandonar, que no es otra que la del compromiso, la del respeto a unos colores
y la de darlo todo por una afición incondicional.
Como
bien dijo Mel en la rueda de prensa tras el partido, en la primera pelota ya se
vislumbró que la actitud del Betis sería bien distinta a la de la semana
pasada. La primera jugada del partido terminó con el Madrid arrinconado en su
área, presionado por un equipo que salió dispuesto a redimirse. El
planteamiento del partido fue perfecto por parte de Mel. Los verdiblancos le
dieron la pelota a los oscuros para que éstos no hicieran lo que mejor saben
hacer: contragolpear a la velocidad de la luz. Para poner todavía más a favor
de los de Heliópolis el plan, Beñat mandó al fondo de la portería de Casillas
un mal despeje de la defensa madridista. Gran gol del vasco. Quedaba un mundo
por delante y más teniendo como rival al Real Madrid. Pero el conjunto
capitalino no se sintió cómodo. Tenía que crear fútbol e hincarle el diente a
un rival que se defendió a las mil maravillas. Amaya y Dorado estuvieron
contundentes, atentos y eficaces toda la noche, y el resto del equipo se vació
presionando a los madridistas. Y cuando Benzema, Ronaldo, Kaká y compañía
tuvieron en sus botas la oportunidad de equilibrar el resultado, aparecía
siempre Adrián, que ayer limpió todas sus manchas del derbi con una actuación
que hubiera firmado su contrincante en la portería rival. Para hacer todavía
más épico el resultado, el Betis tuvo que hacer frente a la lesión de Ángel,
que dejaba aún más en cuadro a la defensa bética. Nacho tuvo que jugar a banda
cambiada, pero poco importó porque el compromiso de los jugadores béticos palió
todas las dificultades.
Tres
puntos más para el casillero del Betis, que tiene la mitad del trabajo hecho
tras trece jornadas. La actitud de ayer es la que hay que mantener en todos los
partidos. Así será muy complicado perder, y si se hace, no será haciendo el
ridículo. El Real Madrid, que se ha dejado media Liga en el Villamarín, se fue
hablando de los árbitros. Que vean el partido del año pasado y que callen.
LO MEJOR: ganarle al Real Madrid y
sobreponerse del varapalo de la semana pasada.
LO PEOR: las lesiones de Juan Carlos y
Ángel.
Da igual, 1924, 1963, 1980, 2012.....da igual el año, la temporada, que jugadores, entrenadores , presidentes estén, este es el Betis, y seguirá siendo así. ¡CURROBETIS!.
ResponderEliminarNos da un sofocón de mil pares de cojones, y en dos minutos toca el cielo. Y viceversa, que también lo hemos sufrido en nuestras carnes, como el famoso ¡DE RUSIA A MURCIA!.
Lo del Madrid es ya de enfermos. Solo hay que darse una vuelta por esos canales, que no tienen que envidiarle nada a Sálvame, y ves las caritas, y ya se puede hacer uno una idea de lo que te vas a encontrar.
Pero lo mejor de todo ha sido que la semanita a muchos se le ha hecho muy muy cortita. Ya se veían por delante, con otro chorreo de goles en nuestra contra, y por supuesto ganándoles igual de fácil al equipo colchonero.
Esta gente se creen que todos los días se van a encontrar con un Nelson o un bombero-torero. Llevan una temporada cutre, y el otro día les tocó la primitiva y se creen que ya va a ser siempre así. ¡No hijo nooo!, como diría aquel.
De repente el silencio se vuelve a apoderar de una parte futbolera sevillana, como ocurrió durante sesenta años, hasta que salieron gente con camisetas que hasta la fecha no sabía uno ni que existían. Ha pasado una semana, solo una semana, y parece que de nuevo han pasado esos sesenta años. Silencio sepulcral.
Que diferente de la sufrida y fiel infantería verdiblanca. Que bien les vendría siete años por tercera con bocadillos para saber de que hablamos. Nos metieron 5, y se creían que nos íbamos a quedar callados, como ellos suelen hacer. Al día siguiente, todavía había más camisetas verdiblancas por las calles. Y ahora llega la recompensa y bien servida.
Y hoy como bien me recordaron ayer, no hay que perderse Deportes Cuatro, a las 4.
¡Viva Robin Hood!, ¡Viva el BETIS!.