¿Cómo
puede un equipo ofrecer dos caras diametralmente opuestas en las dos mitades de
un partido? La respuesta la podrán dar los que hemos visto el partido de
Getafe. Afortunadamente el cambio fue para bien.
Y es
que el Betis ofreció una primera parte para el olvido. Ramplón en el juego, sin
crear peligro, sin chispa, sin intensidad. Lo único destacable fue la solidez
defensiva y la seguridad de Adrián. Nada hacia presagiar una segunda mitad tan
distinta. Afinando un poco más, la metamorfosis del Betis se produjo con el
cambio de Molina por Campbell. La entrada del delantero alcoyano le dio otro
aire al equipo. Fijó mucho mejor a los centrales rivales y le permitió a Rubén
Castro disponer de más libertad. Los dos delanteros fueron los protagonistas
del primer gol. El canario asistió a Molina para que éste la enviara al fondo
de la red. Poco tardó el Getafe en empatar. El equipo del sur de Madrid
aprovechó uno de los poquísimos fallos en defensa del Betis para equilibrar de
nuevo el partido. El Betis buscaba contragolpes para adelantarse de nuevo, pero
llegó el gol de otra manera. Beñat, que parece que sabe lanzar las faltas,
mandó un obús a la escuadra de la portería getafense. Un golazo de bandera. Sin
tiempo para que el Getafe se recuperara, un contrataque rápido lo culminó Rubén
Castro con un chut cruzado. El partido parecía resuelto, pero quedaba un
poquito de sufrimiento todavía. Pedro León hacía el segundo en el ochenta y
nueve. El equipo local se volcó para lograr el empate y lo hizo con todo, no
dejando a nadie defendiendo un saque de esquina. El rechace de la defensa
bética permitió a Salva Sevilla, Rubén Castro y Jorge Molina plantarse solos
ante Moyá. El almeriense condujo la pelota hasta el área rival y él mismo fue
el encargado de lograr el 2-4 definitivo que cerraba el encuentro.
Tras
diez jornadas el Betis cuenta en su haber con diecinueve puntos, es el cuarto
clasificado de la Primera División y da muestras de que sabe a lo que juega.
Mel tiene a los jugadores implicados y cada uno cumple con nota las directrices
del técnico madrileño. Ahora bien, que a nadie se le ocurra mirar más allá del
viernes. El primero que sabe que esas deben ser las aspiraciones del Betis es
Mel. A seguir pues.
LO MEJOR: que el Betis sabe a lo que juega
y, por supuesto, la clasificación.
LO PEOR: la primera mitad y el sufrimiento
final.
Al César lo que es del César. Lo mismo que he criticado aquí a Mel, hoy hay que felicitarlo porque el cambio de Molina da un giro al partido espectacular.
ResponderEliminarRonaldo está viendo el vídeo toda la noche de la falta de Beñat.
Esperemos que el viernes no nos tiremos al callejón.
Otros tres puntitos,y aseguir sumando
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