Opinión de J. J. Barquín sobre las declaraciones
de Rafael Gordillo tras el partido disputado el 5 de mayo en el Nou Camp. Un
placer que Julio se pase por este blog.
Hubo un
tiempo en que los béticos, con ese ingenio que les caracteriza, decidieron que
Pepe León fuese el cuchara. En su último, triste y rastrero paso por la
presidencia del Real Betis, los aficionados se dieron cuenta que ni pinchaba ni
cortaba porque era el corre, ve y dile de Manuel Ruiz de Lopera.
Desde
el encuentro en el Nou Camp, y por seguir el orden protocolario del servicio de
mesa, el club tiene ya tenedor. Rafael Gordillo ha demostrado que ser una
leyenda viva de nuestro club no le acredita para seguir representando a la
institución por los campos de Primera División. Sus desafortunadas y ridículas
declaraciones sobre la estelar aparición de Messi en el partido dominical
contra el Barca son un claro ejemplo de que no está preparado para desempeñar
la función que los dirigentes del club le han encomendado. Gordillo ha sido uno
de los mejores jugadores que han vestido la elástica de las trece barras pero
eso no es suficiente para otros menesteres dentro del mundo del fútbol.
El presidente
y el consejo de administración deben reunirse, estudiar el tema y tomar las
medidas necesarias para que incidentes como el vivido no se vuelvan a repetir
bajo ningún concepto. Rafael Gordillo debe seguir en el club pero no como
portavoz de una institución que ha mejorado a lo largo de estos años y que no
puede volver a dar pasos equivocados. Todos sabemos de la importancia que para
un club tienen sus portavoces y en ese puesto se debe contar con personas
preparadas, de fácil palabra y que sepan emitir mensajes claves que repercutan
positivamente en la imagen del club.
Muchos
pueden pensar que estoy siendo muy duro pero qué habríamos dicho todos si estas
declaraciones las hubieran realizado Pepe León, Manuel Castaño o Manuel Ruiz de
Lopera? Ahora falta saber quién será el cuchillo.
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