El caso de Rubén
Castro es muy serio y complicado. Las acusaciones son gravísimas, pero hasta
que no haya un juicio con su sentencia, el respeto y la prudencia debe imperar.
Vivimos en una
sociedad que se mueve, en una parte grande y preocupante, por el morbo y por el
placer de disfrutar con los males ajenos y con el escarnio público. Los medios
de comunicación y las redes sociales hacen juicios y sentencias prematuras y
aventuradas sin esperar a que la investigación policial y judicial sea firme y
concluyente. Sin ir más lejos, el diario VIVA SEVILLA, titula lo siguiente:
“Castro: otro caso de violencia machista” Ya no es que no se respete la
presunción de inocencia. Directamente sentencian y señalan al jugador como
culpable. Hay que tener muchísimo cuidado con lo que se escribe y lo que se
dice. España está sufriendo una lacra por culpa de la violencia machista, e
incluir en el grupo de malnacidos que maltratan y asesinan a sus mujeres a una
persona que todavía no ha sido juzgada, es una temeridad muy cruel e injusta.
Rubén Castro no
puede tener ni trato de favor por ser un personaje famoso ni ajusticiarlo por
el mismo motivo. Igualmente, la denunciante debe ser respetada y no hacer
suposiciones banales y sexistas en torno a su denuncia. Insisto en que lo que
denuncia la ex pareja del canario son hecho muy graves e intolerables, por eso
hay que respetar a todas las partes hasta que concluya la investigación. Hay
que dejar que la Policía
investigue a fondo el caso sin condicionante alguno. Los que ven en una
imputación una condena como culpable se equivocan de lleno. Rubén Castro ha
sido imputado porque los hechos denunciados son muy graves y tienen que
aclararse. Luego se decidirá si se le incrimina o se le exculpa. Por el
momento, únicamente podemos esperar y confiar en la justicia.
Personalmente,
deseo fuertemente que Rubén Castro sea inocente. Es sólo un deseo. Ni supongo
ni hago una valoración de los hechos. Digo, simplemente, que ojala sea un caso
de falsa denuncia. Y lo deseo por el bien del Betis y del jugador. Si no fuera
así, también desearía y vería obligatoria su despido inmediato. Pero repito,
ojala que sea inocente.