Leyendo
el título del artículo, queda suficientemente clara mi opinión sobre el
Director Deportivo del Real Betis. Vlada Stosic no debe continuar en el cargo
ni un segundo más.
Puede
que sea precipitada, extremista y desmesurada mi postura cuando tan solo se
llevan disputadas dos jornadas de Liga y no sabemos todavía que resultado
obtendrá el Betis en la competición liguera y que papel desempeñarán los
fichajes realizados. Las razones, sin embargo, me parecen de peso y con
bastante fundamento. Se pueden resumir en dos motivos que son claros y
conocidos por todos. El primero es que la relación entre el serbio y Pepe Mel
no es la más idónea, por mucho que intenten echarle agua al fuego y quitarle
importancia a sus desavenencias. Desde la temporada pasada han tenido varios
enfrentamientos y cruces de declaraciones que, por fortuna, se han sabido
canalizar y suavizar para el bien del club y el equipo. El segundo motivo es
consecuencia de la no llega de otro delantero centro para completar la
plantilla verdiblanca. Mel ha desvelado que el club sabía que Santa Cruz no
vendría desde hacía dos semanas, tiempo más que suficiente para encontrar un
ariete que se disputara el puesto con Jorge Molina, que es, el única punta nato
con el que cuenta Mel. Castro, Pereira, Pozuelo y Campbell no son delanteros
centros de referencia y si acompañantes de éste o segundas puntas como se dice
ahora. Es inconcebible que en el plantel bético cuente con tres laterales
derechos y un solo ariete. Es un error enorme a la hora de planificar y
confeccionar la plantilla. Un error que debe ser subsanado en el mercado
invernal, con las dificultades que eso conlleva.
Si
Stosic fuera consecuente con su profesión y responsabilidades, tendría que
dimitir. De no ser así. El Presidente Guillén debe tomar cartas en el asunto y
buscarle al serbio un sustituto que no cometa errores tan evitables.
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