Villarreal C. F. 1 (Bruno de penalti) –
Real Betis Balompié 1 (Rubén Castro)
El Betis
consiguió un punto insuficiente en su visita a El Madrigal. Los de Calderón
estuvieron a punto de lograr la victoria a última hora, pero pagaron caro la
actitud especulativa con la que afrontó el partido el equipo verdiblanco.
Los de
Heliópolis salieron a no perder y eso no le vale al equipo bético. El Betis no
puede especular con los resultados porque la diferencia con la descabellada
salvación es enorme. Por tanto, el error de Calderón en el planteamiento fue
mayúsculo. El 5-4-1 con el que se plantó el Betis sobre el césped de El
Madrigal dejaba a las claras cuáles eran
las intenciones de los andaluces. Así que el partido fue aburrido e insulso
hasta que Chica cometió un error que terminó en un penalti señalado que no fue. El fallo del árbitro es tremendo, pero no menos es el de Chica, que erró de manera grosera e infantil. El lateral
catalán no está capacitado para jugar en este equipo. Cada vez que juega, merma
al equipo con fallos impropios de un futbolista de Primera División.
Entonces
el Betis se vino arriba. Tarde, muy tarde. Tuvo que esperar a verse en desventaja
en el marcador para buscar la portería de Asenjo. Se vio beneficiado por la
expulsión de Uche (la primera amarilla fue injusta) y jugó los últimos minutos
con uno más. Empató Rubén Castro de cabeza tras un gran pase de Dídac. Y con la
testa estuvo a punto de llevarse la victoria el equipo bético. Primero fue
Brian el que remató desviado un saque de esquina y, en la última jugada del
partido, N´Diaye se encontró con una parada increíble de Asenjo. Hay que
reseñar que, entre esas dos jugadas, Giovanni Dos Santos tuvo la victoria para
el Villarreal, pero Adán realizó un paradón impresionante.
El
punto logrado deja al Betis a la misma distancia del primer puesto que da
derecho a salvarse del descenso. Y queda una jornada menos. Hay oportunidades
que no se pueden dejar pasar y, frente al Villarreal, los verdiblancos han
tenido la posibilidad de que el milagro sea un poquito más posible. Lástima.
LO MEJOR: la reacción del equipo tras el
gol rival.
LO PEOR: el planteamiento rácano de
Calderón y, por enésima vez, Javi Chica.
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