Por una parte
pienso que el 0-2 debería se suficiente ventaja como para temer por la
eliminación a manos del eterno rival. Pero por otro lado, temo que el Betis
haga una jugarreta de las suyas y de una “espantá” histórica. Si nos ceñimos a
la temporada liguera que está haciendo el conjunto verdiblanco, los temores son
lógicos. Sin embargo, la trayectoria en la Europa League ha sido formidable,
perdiendo un solo partido (en Lyon) ganando en Rusia en unas condiciones muy
desfavorables y dando la campanada en el Pizjuán hace unos días. Así que, en mi
balanza, pongo los temores que tengo y la ilusión que me eriza la piel y no se
para donde se decanta. A ratos pienso en lo peor y le doy vueltas a la cabeza
imaginando las respuestas que le tendré que dar a tanto sevillista que vendrá a
vacilarme. Y otras veces me imagino al portugués Pedro Proença señalando el
final de un partido que termine con un resultado que le valga al Betis y, solo
de pensar la alegría que sentiré, las lágrimas hacen acto de presencia y se me
agarra un nudo en la garganta.
Así que, en este sin
vivir me hallo. Una cosa si tengo clara a estas horas: el viernes por la mañana
tendré que saludar con la mano, porque la voz no me saldrá de mi garganta.
Los único que conocen al Betis son los béticos, y ese es el miedo que tenemos en el cuerpo. Porque es tan imprevisible que pasa de eliminar al Barça estando en segunda, y al domingo siguiente perder contra el Lugo. Por eso si pasamos esta eliminatoria lo celebraremos, yo por supuesto, como si una final de copa.
ResponderEliminarY sin embargo, como dice Calderón y la prepotencia palangana, ya se ven clasificados.
Siguen sin respetarnos, con esa bili representada en los últimos días por un gusano con gafas, como bien dice Ocaña http://www.eldesmarque.com/el-blog-de-andres-ocana/60781-imbecilidad.
Yo estoy asustado, como voy a estar, si no sería del Madriz.