El
Betis se vuelve de tierras croatas con un triste empate que sabe a poco porque
el rival era manifiestamente inferior. Dominó el encuentro en la mayoría de los
noventa minutos, pero se mostró inoperante de cara a gol.
Empezó
el partido mal, con el Rijeka envalentonado y el Betis sin saber si estaban
jugando ya o todavía calentaban. Y en esas llegó el gol croata. Un desbarajuste
defensivo fue aprovechado por Benko, que al encontrarse sin marcaje, conectó
una cómoda volea ante la que nada pudo hacer Andersen. Pintaban mal las cosas,
pero el Betis reaccionó de inmediato. En una jugada embarullada y tras un par
de rebotes, la pelota fue a parar al pecho de Cedrick para que éste se la
acomodara y poder mandarla a la portería rival con un fuerte derechazo que se
coló por la escuadra. Un golazo. Fue entonces cuando el conjunto que dispuso
Pepe Mel (con 9 cambios) se mostró más cómodo sobre el césped. Tuvo un par de
ocasiones para marcar el segundo, pero fueron respondidas bien por el portero
del Rijeka.
A la
vuelta de los vestuarios, el partido viró por completo. Los verdiblancos (hoy
verdinegros) salieron nuevamente atolondrados y los croatas a punto estuvieron
de adelantarse en el marcador por segunda vez. La entrada de Nosa fue clave
para que el control del juego volviera a ser de los de Mel, pero jamás le
dieron la velocidad necesaria a la pelota para que ésta acabara en el mismo
lugar al que la mandó Cedrick. Nosa tuvo la más clara, pero un defensa metió el
pie en el último momento, cuando el nigeriano se disponía a empujarla a gol. El
cambio de Molina por Braian llegó demasiado tarde, ya que el uruguayo jamás dio
la sensación de poder inquietar al rival.
El
punto obliga al Betis a sacar algo de los otros dos desplazamientos que aún le
queda y, por supuesto, ganar los dos partidos del Villamarín. El partido de hoy
no ha servido para que los menos habituales aprieten a Mel. Un pena.
LO MEJOR: el golazo de Cedrick.
LO PEOR: no haber ganado ante un rival
bastante inferior.
Vergonzoso. Cuando los "titulares" comiencen a fallar por lesiones o cansancio, lo que viene detrás es.......da mucho miedo pensarlo. Y para terminar, Verdú cada día se parece más a Viñals.
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