El
Betis de esta temporada va a sufrir de lo lindo si no cambian radicalmente las
cosas. Frente al Elche mostró de nuevo un nivel vulgar y ramplón. No supo
remontar ante un equipo que jugó media parte con un futbolista menos.
Dos
jugadas bien trenzadas en ataque por el conjunto ilicitano sirvieron para poner
en el marcador un descorazonador 0-2 en poco más de media hora. No le hizo
falta al Elche realizar un derroche físico y de buen juego. Le bastó con saber
estar plantado en el campo y esperar a que llegara su oportunidad. Mientras, el
Betis se perdía en jugadas insulsas, faltas de brío y profundidad. El gol de
Molina, en fuera de juego, puso algo de emoción e interés, pero no está el
Betis para remontadas épicas.
El
equipo está roto. Molina está muy solo arriba y desasistido por completo. Los
extremos no desbordan y el centro del campo no genera un juego veloz. No está
conjuntado el equipo y encima está fallando en defensa. Con este panorama, y
una vez dado un razonable margen de tiempo, las conclusiones son
desalentadoras. El Betis tiene que cambiar por completo o va a pasar muchísimos
apuros. Mel aún no ha encontrado un once de garantías. Busca muchas
alternativas pero ninguna le funciona. Los verdiblancos se muestran incapaces y
ni siquiera el hecho de ser uno más sobre el césped le ha servido para ser
superior.
La
situación es complicada y preocupante. No hay que dramatizar, pero las luces de
alerta se han encendido muy pronto. Quizá ese aspecto sea el único positivo:
que hay mucho tiempo aun para mejorar. Háganlo.
LO MEJOR: como en Getafe, nada de nada.
LO PEOR: la sensación de equipo vulgar y
ramplón.
Vuelvo a repetir y preguntar ¿Ya no vale Nosa?, ¿Cedrick de repente a jugar los últimos 10 minutos?. ¿Y ahora de repente Juan Carlos?. En fin.
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