Hace un
par de días nos sorprendimos todos cuando conocimos los dos jugadores que
descartaba Pepe Mel para la disputa de la fase de grupos de la Europa League. La
decisión ha creado controversia por lo injusta y sorprendente. Aun así, ha sido
la solución más lógica.
Analizando
la situación desde el principio, hay que decir que todo se podría haber evitado
si se hubieran hecho las cosas de una manera más coherente. En el Betis
desconocían la normativa de la UEFA que obliga a los equipos a incluir en los
inscritos a cuatro futbolistas de la cantera. Actualmente, en la primera
plantilla bética, solo Nono y Vadillo son canteranos. Entonces me pregunto: ¿no
habría sido más fácil quedarse con Alex Martínez en lugar de Dídac Vilà y no
tener que descartar a dos jugadores? Se tendría que haber descartado a uno,
aunque esa decisión también sería polémica.
El
marrón que se ha encontrado Pepe Mel ha sido de aúpa. Ha tenido que tomar una
decisión difícil y que puede causar malestar, aunque confío plenamente en que
la plantilla entienda las razones del entrenador, sobre todo los dos jugadores
afectados. Con los descartes europeos de Chica y Matilla, se sabe que en la
Liga estos dos futbolistas van a ser fijos en la mayoría de partidos. Para el
lateral es más dolorosa la decisión porque a buen seguro, el catalán tendría
ilusión por disputar una competición por la que luchó la temporada pasada.
Que en
el Betis las cosas están cambiando y que muchos nos sentimos muy identificados
con la manera de trabajar de la directiva es una obviedad. Pero también lo es
que se comenten errores de bulto impropios de un club como el Betis. Y con eso
hay que tener mucho cuidado, porque hay muchos periodistas deportivos deseando
que se produzcan equivocaciones así para dar desmesurados palos.
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