Granada C. F. 1
(Aranda) – Real Betis Balompié 5 (Dos de Rubén Castro, Íñigo López en propia
puerta, Pabón y Ángel)
El Betis logró una goleada histórica en Granada que
le permite afrontar cargado de moral el derbi del próximo viernes. Cuatro
minutos de pleno acierto sentenciaron el partido. Gran partido colectivo, con
una defensa solvente, un centro del campo físico y una delantera veloz y
contundente.
Entre los minutos 30 y 34, los verdiblancos dejaron
finiquitado el encuentro. Rubén Castro definió de maravilla en el primero;
estuvo atento para el rechace del larguero tras una gran vaselina de Pabón para
lograr el segundo; e Íñigo López en propia puerta tras rebotarle un balón que
Paulao había mandado al travesaño. El 0-3
conseguido en cuatro minutos rompió en mil pedazos las opciones de los de Lucas
Alcaraz. Hasta que el Betis logró el primero, el encuentro estaba siendo igualado,
aunque el Betis siempre parecía llevar más peligro en sus jugadas de ataque. Antes
del descanso, el linier privó al Granada de acortar distancias al señalar un fuera
de juego inexistente.
Salió del descanso el Granada dispuesto a una
remontada histórica y se lanzó al ataque sin contemplaciones. Rubén pudo lograr
el cuarto pero desperdició la oportunidad. A renglón seguido, una buena jugada
de Nosa dejó de nuevo a Castro frente a Toño, pero en esta ocasión el canario
se la puso en bandeja a Pabón para lograr el cuarto. De ahí al final, el Betis
bajó el pistón, reservando fuerzas de cara al próximo partido. Aranda consiguió
el gol del honor granadino y Ángel, tras un gran pase de Castro, logró el
definitivo quinto gol a cinco minutos del final.
Una gran goleada que deber motivar aún más a la
plantilla bética para preparar el duelo frente al Sevilla. Al derbi el Betis
llega con unos números increíbles, comparables a los de la temporada en la que
se logró la clasificación para la Champions.
LO MEJOR: la
goleada, la contundencia y el partidazo de Rubén Castro, Pabón y Nosa.
LO PEOR: pese a
su gran partido, la entrada de Nosa a los veinte segundos, que bien le pudo
costar la expulsión.
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