domingo, 1 de abril de 2012

Negro y verdiblanco en una noche de ensueño

Ayer fue un día de colores. De color negro y de la gloriosa mezcla que produce el verde y el blanco. Fue un día redondo, completo e inmejorable. La lluvia que amenazaba con caer se tomó un descanso y las túnicas negras pasearon por San Juan de Aznalfarache. Y encima ganó el Betis.

Salir de nazareno el Sábado de Pasión y que el Betis esté jugando al mismo tiempo es una cosa que ha pasado en varias ocasiones. Tirando de memoria, recuerdo un 0-1 en Badajoz con gol de Olías; un 2-0 frente al Atlético de Madrid con aquel antológico gol de Márquez; un 4-0 al Oviedo en un partido en el que Lopera impidió que las cadenas autonómicas televisaran el encuentro; el derbi del impresentable de las bengalas que acabó como empezó; el día del botellazo al portero del Athletic; un 3-3 frente al Numancia el día que cesaron a Chaparro; una derrota por la mínima frente al Girona; el 5-0 del año pasado frente al Cartagena; y el de ayer en Málaga.  No se si se me habrá pasado alguno, pero estos son los que recuerdo.
 
Centrándonos en el de ayer, poco puedo decir porque, obviamente, no lo vi. Por lo que me dice mi padre, del que me fío bastante, fue un partido en el que el Betis aprovechó las dos que tuvo en la primera mitad y al rival no le entraron las suyas. Lo fácil y lo lógico ayer era no ganar. Máxime cuando venía el Betis de desperdiciar dos partidos en casa que si tendría que haber ganado. Pero así es el Betis, que aparece cuando menos se le espera y se esconde y se complica cuando el viento sopla a favor. Para meter más presión al conjunto de Mel, el Zaragoza se puso a cuatro puntos con su victoria en Gijón. La victoria era más que necesaria y así fue.
 
En definitiva, una noche de ensueño. Más de cinco horas escuchando marchas interpretadas por Tejera y que el Betis gane es estar muy cerquita del paraíso. Ojala el Sábado Santo tengamos los mismos motivos para estar alegre tras el partido frente al Villarreal. No hace falta decir que una victoria frente a los amarillos casi aseguraría la permanencia en Primera.  Que así sea.

1 comentario:

  1. Yo tampoco lo vi, vamos a tener que dejar de verlo para darle suerte. Mi pasión fue una procesión de doradas y sapateiras a orillas del río Gilao en tierras portuguesas. Me iban enviando sms hasta que dije basta, si no quería que se me atrangatara tan magno acontecimiento.
    Cuando llegué a mis aposentos puse el txt de la tv con los ojos cerrados esperando lo inevitable, esa remontada del Málaga. Cuando los abrí dormí como un niño pequeño.

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