El Atlético de
Madrid dejó muy encarrilada la eliminatoria en el partido de ida. La ventaja de
dos goles es tan amplía como injusta. Al Betis le falló la puntería y se topó
con un portero que dará mucho que hablar en el futuro.
Los veinte
primeros minutos dejaron noqueados a los de Mel. Los colchoneros salieron a por
todas, imprimiéndole un ritmo altísimo al partido que el Betis no supo seguir. Falcao de cabeza y Filipe Luis de tiro fuerte y cruzado lograron los goles del Atlético, ambos desde dentro del área pequeña. No
nos engañemos, el Atlético es mejor equipo que los verdiblancos. Aun así, el
Betis no se amedrentó y supo sobreponerse al mazazo de los dos goles de desventaja
y gozó de dos clarísimas oportunidades para recortar distancias. Una cuádruple
ocasión no acabó en gol de milagro. Molina, Perquis, Castro y Vilarchao
tuvieron el gol en sus botas, pero la defensa y una extraordinaria parada de
Courtois impidieron el tanto bético. Antes del descanso, el delantero canario
no llegó por centímetros a un pase de Dorado en la misma boca de gol.
Tras el descanso,
el control del partido fue total por parte del Betis. Un gran contragolpe
permitió a Molina plantarse solo ante el portero belga, pero éste solventó el
mano a mano con otra gran intervención. Siguió el Betis dominando el juego pero
le faltó más intensidad y claridad a la hora de crear peligro. Ya casi al
final, Rubén Castro tuvo otra gran ocasión, pero el defensa taponó el chut impidiendo al Betis reducir la ventaja atlética. Y
así llegó el final del partido. Lástima que los primeros veinte minutos hayan
supuesto un lastre tan grande para los de Mel.
La remontada es
muy complicada, pero en el fútbol se han visto cosas más difíciles e inauditas.
Estando estos dos equipos de por medio todo es posible. Dentro de una semana
saldremos de duda.
LO MEJOR: que el equipo nunca bajó los brazos, pese
al mal arranque.
LO PEOR: la desventaja de dos goles y las lesiones de
Perquis y Paulao.
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