Nueva
colaboración de J. J. Barquín en Verde, blanco y verde. El espíritu crítico e
inconformista del que hizo gala en la web Sentir Bético sigue intacto en el
bueno de Julio. Y que no cambie.
La
semana pasada en la tertulia de la cadena Ser comparecieron Pepe Tirado y
Emilio Soto para repasar la actualidad verdiblanca. Tras unos minutos de
bondadosas palabras, la conversación giró hacia una crítica dura y despiadada
hacía el actual consejo de administración. Estupefacto comencé a pensar en las
razones que podrían llevar a estos béticos a dar leña a diestro y siniestro con
la cantidad de cambios que se han producido en el club en tan poco espacio de
tiempo.
Perdonen
por ser tan directo pero criticar al actual consejo de administración es de
oportunistas y/o necios. Personas como Bosch o Guillén son profesionales serios
y comprometidos con rescatar y colocar al Betis en la posición que se merece.
Es verdad que la institución debe seguir mejorando pero la losa económica del
pasado hace que la transformación sea mucho más lenta de lo deseado por todos.
Si los señores Tirado y Soto no están de
acuerdo con algunas decisiones tomadas, que transmitan al consejo sus
recomendaciones para seguir ayudando desde la trastienda. Con su actitud dan la
sensación de que lo que quieren es seguir en el candelero de la actualidad. Si
por estar en la radio, tener una entrevista o hacerse una foto es necesario
criticar al Real Betis que se vayan con sus experiencias y su palabrería a otra
parte.
Durante
varios años, estuve en la denominada “oposición” ayudando a abrir los ojos a
los béticos ante la nefasta gestión de Manuel Ruiz de Lopera. Una página Web,
una colaboración en un programa de radio y múltiples apoyos en todo lo que
fuera necesario, me hicieron sentirme útil para el club de mis amores. Pero
hubo un momento donde me dí cuenta que mis intereses y deseos eran
completamente diferentes a los que tenían muchos de los que habían estado a mi
lado luchando en la trinchera verdiblanca. Mi objetivo era ayudar al Real Betis
sin esperar nada a cambio. Otros tenían un interés desmedido por aspirar a
conseguir que algún día el club le devolviese algo de lo aportado, en forma de
premio, programa o algún puestecillo en la institución.
No soy
nadie para juzgar las ambiciones de cada persona pero en esos tres largos años,
me encontré con muchos lobos con cara de cordero, muchos que buscaban servirse
del Real Betis. Sinceramente, todos esos sobran.
J. J. Barquín
Dedicado a todos los amigos
béticos que conocí en ese periodo de trinchera bética. En especial a Pablo
Caballero, Paco Ginés y Pepe Moreno, tres béticos auténticos.
Un placer vovler a leerte. Aquí seguimos en las trincheras, porque de nuevo afloran personal siniestro que vuelven a sacar a la palestra al individuo que nos llevó a todo esto. Y todo por dejarles entrar en su casa para hacerle una entrevista.
ResponderEliminarTodo muy patético. Por eso no hay que bajar la guardia nunca. Por todo esto.
Un saludo de un fiel de aquella época de Sentir Bético.