El extraño caso de la portería del Betis

Lo que pasa con los porteros del Betis no es normal. Y no sólo me refiero a lo que está pasando esta temporada. La situación de inestabilidad viene de lejos. En los últimos diez años, sólo dos porteros han sido fijos en la portería verdiblanca: Prats y Goitia.

El portero mallorquín fue titular indiscutible desde 1996 a 2003. Ese año llegó Contreras y se fueron alternando la titularidad durante la temporada 2003-2004. El siguiente curso lo empezó Prats, que se lesionó, y al estar también lesionado Contreras, Doblas fue el encargado de defender la portería bética el año en el que el Betis se clasificó para la Champions y ganó la Copa del Rey. Las siguientes temporadas fueron un continuo baile de porteros. Doblas, Contreras, Ricardo y Casto fueron turnándose como guardameta principal. Ya en Segunda, Iñaki Goitia gozó de la titularidad en todos los partidos de Liga. Con la llegada de Mel, el meta vasco continuó siendo el dueño de la portería de Heliópolis en Liga hasta su desastroso partido frente al Elche. Desde ese encuentro, Casto se hizo con la titularidad. Curiosamente, el extremeño había comenzado como tercer portero bético. El segundo guardameta era Razak, que volvió al filial al lesionarse Adrián. Ascendió el Betis y se fichó a Fabricio para ser titular. Se lesionó en la pretemporada y Casto comenzó jugando. A mediados de la liga pasada, Fabricio se hizo con la titularidad, hasta los dos últimos partidos, que volvió Casto. Y el colmo ha llegado en la actual temporada. Empezó Fabricio, que con sus malas actuaciones y las declaraciones confusas sobre el partido de Gijón de la temporada pasada perdió la titularidad. Casto le suplió, pero fue expulsado en Málaga y debutó Adrián. Para rizar el rizo, los tres porteros de la plantilla acaban contrato en junio.

¿Qué debe hacer Mel a partir de ahora? Yo apostaría por Adrián. Es joven, tiene buena planta y sus dos partidos han sido buenos. Casto es el más veterano de los tres, lleva varias temporadas y no logra ser indiscutible. Y Fabricio está sentenciado por Mel. Lo raro es que el canario ha estado bien en la mayoría de partidos jugados, pero las declaraciones que hizo insinuando que el Betis se dejó vencer en Gijón han sido lo suficientemente graves para Mel, y salvo necesidad extrema, no volverá a jugar.