jueves, 19 de enero de 2012

¡A por ellos!

El sábado a las diez de la noche, casi tres años y medio después, al Villamarín volverá el derbi sevillano. Los nervios se notan como van en aumento, y hay unas ganas enormes de ver el balón rodar por la hierba y disfrutar de un partido que siempre es especial y el más esperado del año.

Llegan los dos equipos de distinta manera al partido que cerrará la primera vuelta liguera. El Betis, pese a perder en Barcelona, ha recuperado la sonrisa que se le borró del rostro durante diez jornadas. En cambio, el Sevilla, lleva sin ganar desde principios de diciembre y está sólo tres puntos por encima del Betis. El equipo de Nervión está mostrándose muy fallón en ataque y concede muchas ocasiones, pese a ser de los menos goleados de Primera. Otro de los aspectos negativos del rival del sábado es la poca intensidad que le pone a su fútbol. Cuando Caparrós entrenaba al Sevilla, ganaron derbis por la casta y las ganas que le imprimían a su juego. Ahora es el Betis el que aprieta, presiona y atosiga al rival, con la salvedad de que, ganas aparte, dispone de jugadores que tocan muy bien el balón en el centro del campo. Por ahí es por donde el Betis debe y puede ganar a los de Marcelino. Presionando con criterio, no a lo loco, y sabiendo darle la intensidad necesaria al partido, los de Mel tendrán mucho ganado. Otro de los puntos fuertes que debe aprovechar el Betis es la buena racha goleadora de sus delanteros, cosa que no puede decir el rival. Lo que nunca debe hacer Mel como entrenador es, como cierto técnico portugués, renunciar a lo que hace habitualmente cuando llega un partido importante. El estilo y las maneras propias deben prevalecer siempre.


Es una oportunidad de oro para ganar al eterno rival. Desde 2006 no les vencemos a los sevillistas en Heliópolis. Ya es hora de volver a vencer y demostrar que la recuperación del Betis es una realidad. ¡A por ellos!

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