El Betis visita el sábado a las seis El Madrigal para enfrentarse a un Villarreal sumido en una situación atípica y para nada esperada por el club castellonense. El equipo de Mel debe aprovechar esa situación para volver a sumar de tres en tres.
La dinámica del equipo amarillo me recuerda mucho a la temporada en la que el Betis disputó la Champions League. Tras lograr clasificarse en cuarto lugar en la última liga, el Villarreal venció al Odense y accedió a la Liga de Campeones. Las exigencias y las dificultades de un equipo que disputa la máxima competición europea se multiplican y si no se refuerza de manera adecuada, todavía se hace más difícil que el equipo rinda y compita al nivel esperado. El Betis, en verano de 2005, se reforzó con jugadores (Rivera, Miguel Ángel, Óscar López, Nano y Juanlu) sin experiencia internacional y que no daban la talla suficiente para la Champions. El Villarreal ha fichado para este importante año a César, Caamuñas, Zapata y De Guzmán. Pero las coincidencias van más allá. El equipo de Serra sufrió la pérdida por lesión de su hombre gol, Ricardo Oliveira, para toda la temporada; el Villarreal ha sufrido una plaga de lesiones importante que ha afectado a jugadores claves como Rossi, Nilmar, Cani entre otros. Y para terminar con las coincidencias, el Betis y su rival del sábado salieron mal parados del sorteo de la fase de grupos de la Champions. A los verdiblancos les tocaron Chelsea, Liverpool y Anderlecht; a los amarillos Bayern, Nápoles y Manchester City.
Por todo esto y porque siete partidos sin conocer la victoria son muchos, es necesario dar un golpe sobre la mesa en El Madrigal. El Betis, inmerso también en una crisis de resultados, debe aprovechar el mal momento y las urgencias del Villarreal. Ya saben, a río revuelto…
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