Un nefasto
arbitraje de Muñiz Fernández tiró por la borda cualquier posibilidad de que el
Betis lograra algo positivo en Mestalla. Aun así y pese al resultado, los
verdiblancos dieron la cara en todo momento.
A los
quince minutos el partido quedó inclinado a favor del Valencia. Amaya derribó a
Soldado fuera del área, teniendo a Mario junto a él. Incomprensiblemente el
colegiado asturiano decretó penalti y expulsión del madrileño. En directo me
pareció penalti, pero tras ver todas las repeticiones y leer todas las
opiniones de los analistas arbitrales de los distintos medios, parece claro que
el error de Muñiz fue grosero. Con el marcador en contra y con uno menos sobre
el césped (dos si contamos al árbitro), el Betis no se rindió, no bajó los
brazos y le plantó cara a los de Valverde. El derroche físico de los jugadores
verdiblancos fue increíble. Tras el descanso llegó la otra jugada polémica en
la que el Betis volvió a salir perjudicado. Rubén Castro encaró a Diego Alves y
fue agarrado por Mathieu fuera del área. Acertó el árbitro al aplicar la ley de
la ventaja, ya que el canario se plantó cara a cara frente al portero brasileño
del Valencia. Rubén falló la ocasión para poner el empate a uno y Muñiz le
perdonó la expulsión al defensa francés. Ya con el partido llegando a su fin,
Paulao desvió un centro de Canales y mandó el balón a gol, y en la última
jugada del encuentro, Jonas logro un auténtico golazo para cerrar el marcador.
En
muchas ocasiones se tratan de justificar los fallos de un equipo con la mala
actuación arbitral. No es el caso del partido de Mestalla. El árbitro
condicionó y perjudicó de manera clara al Betis, que pese a todo, ofreció una
imagen digna.
LO MEJOR: la imagen del equipo a pesar de
los obstáculos.
LO PEOR: la actuación arbitral.
Y a posteriori las imágenes de la tele, donde ponen en evidencia a este nefasto árbitro. ¿Le sancionarán?, ¿Le harán algo?...
ResponderEliminarY no solo es este, aquí llevamos años aguantando a unos chupópteros que no quieren tocar esto para seguir chupando y chupando. Y así tenemos el nivelito de árbitros que tenemos, que en Europa y el Mundo no lo quieren ni ver en pintura por la que lían cada vez que arbitran.
Lamentable.