Me dirijo a usted, señor Presidente del Real Betis Balompié para darle la enhorabuena, desearle toda la suerte del mundo y rogarle que sea capaz de hacer una gestión intachable, consiguiendo la recuperación económica del club, un buen proyecto deportivo y la paz social de todo el beticismo.
Acceder a la presidencia de nuestro querido Betis es un acto de valentía en estos difíciles momentos, pero es un acto obligado para todo bético de bien que se le presente la ocasión. La tarea que recién empieza será complicada, ardua y, por momentos, poco gratificante. Se tendrá usted que enfrentar a diversas dificultades y tendrá que ser el primero que de la cara en las adversidades. Le conozco de dos ratos, de dos comidas en el Foro de Béticos de La Cartuja, pero la impresión que tengo de usted es positiva. En el par de almuerzos se mostró siempre afable y con una sonrisa en la boca. No dudó en contestar a todas las preguntas que se le realizaron, mostrando un amplio conocimiento de los distintos temas abordados. Le dije en plan de broma que era una alegría escuchar a dirigentes del Betis sin la necesidad de una traducción al castellano. Esta gracia puede parecer absurda, pero dice mucho de su persona. La capacidad para expresarse y comunicar, usando términos muy fáciles de entender pero demostrando al mismo tiempo una formación exquisita, es un detalle muy a tener en cuenta. El Consejo de Administración que le acompañará en su nueva etapa al frente de la entidad es de garantías. Manteniendo una lógica prudencia para ver que papel desempeña cada uno y cómo lo realizan, las características de cada uno de los nuevos consejeros hacen que sea optimista. Todos tienen experiencia en distintos ámbitos de la empresa, el derecho, la educación y la cultura, y aunque esto no garantiza el éxito, creo que es más sencillo de conseguir que si carecieran de todas las anteriores características. Le pido que tenga paciencia, que sea capaz de delegar en los distintos profesionales de las parcelas de trabajo, que tenga mano dura cuando sea necesario y temple para no caer en la precipitación. Estoy convencido de que está usted perfectamente capacitado para el cargo y espero que no decepcione al beticismo. Seguro que no lo hará.
Como bético que tiene unas ganas inmensas de que el club de mis amores recupere su sello de identidad le deseo toda la suerte del mundo, quedando su disposición si lo desea, porque creo fundamental que el club le de más protagonismo al aficionado para engrandecer aun más al Real Betis Balompié.
Reciba un cordial abrazo.
Pablo Caballero Payán.